lunes, 14 de noviembre de 2011

¡Respira! (I)

Hay momentos de la vida en los que se nos "olvida" respirar.


Cuando un niño tiene una gran llantina y se priva, o como se dice coloquialmente, se "embaza", se le ha olvidado respirar durante ese tiempo, a veces interminable para los padres.

Cuando estás en la ducha y se acaba el agua caliente, la fuerte impresión de sentir el agua fría de golpe hace que se te paralice la respiración durante unos segundos.

Cuando piensas que no hay nadie y de repente alguien te pone la mano en el hombro o escuchas un grito dándote un susto de muerte, provoca en tí una fuerte inspiración quedándote paralizado por un momento, y sin respirar.



Podría poner otros muchos ejemplos pero creo que con estos sería suficiente para llevaros a donde quiero llegar. Todos estos ejemplos tienen algo en común. Algo ocurre que provoca en nosotros una reacción similar: fuerte inspiración (los hombros se encojen, las costillas se elevan y el diafragma se espasma, metiendo el abdomen hacia dentro) y bloqueo posterior de la respiración, manteniendo esa posición del torax sin soltar el aire durante unos segundos. Pasado el susto, las costillas y el diafragma se relajan y vuelven a su situación normal reestableciendo el rimo respiratorio.



Ahora bien, ¿Qué ocurriría si el estímulo que provoca esa reacción permaneciese en el tiempo? Sigo con más ejemplos: la persona que sufre estrés laboral, la madre preocupada porque su hijo adolescente le da muchos problemas, el alumno que tiene miedo continuo a sacar malas notas (si es que existen de esos todavía :P) Todo son ejemplos de un estímulo prolongado de estrés, angustia o como lo quieras llamar. Estrés que también provoca esa reacción de "olvidarse" respirar y causan lo que nosotros llamamos BLOQUEO RESPIRATORIO.

Día a día el cuerpo va adaptándose a este estrés contínuo hasta que, sin darnos cuenta, esta situación se hace normal y cambia nuestra forma de respirar. Quizás si cuando algo te preocupa te parases a REconocer tu respiración, encontrarías que tus costillas están casi en tu garganta y que resulta muy difícil mover un gran volumen de aire.

¿Y qué consecuencias puede ocasionar eso en el resto de tu cuerpo? Pues muchísimas más de las que puedes imaginar.

En la mecánica respiratoria actúan músculos principales (el diafragma) y músculos accesorios (trapecios, esternocleidomastoideos, escalenos, intercostales, entre otros).





En un bloqueo en inspiración (mucho más frecuente que en espiración) el diafragma queda paralizado y los músculos accesorios trabajan continuamente manteniendo el las costillas elevadas.

Consecuencias:

- Menor volumen de aire movilizado, que conlleva una peor oxigenación de todo el organismo, por lo tanto, peor funcionamiento del cuerpo en general.

- Sobrecarga de los músculos accesorios. Todos ellos tienen relación con la columna cervical, dorsal y lumbar, por lo tanto con seguridad alterarán la estática de estas zonas y provocarán problemas como dolor de cuello, espalda, cabeza, mareos, hormigueos en los brazos....

- Hipertonía del diafragma. Dedicaré un post entero al diafragma dada su importancia, pero en resumen, este músculo influye diréctamente en la curva de la columna lumbar, en la circulación sanguínea, en la digestión, en el aparato reproductor, en las emociones... Cualquiera de estas zonas y funciones pueden verse alteradas por un bloqueo del diafragma.


Por todo esto, no te resulte extraño si un día tu fisioterapeuta comienza a "tocarte la barriga" y a pedirte respirar de varias formas aunque hayas ido por un problema en el cuello. Simplemente estará tratando de liberar la tensión de tu diafragma y de tu parrilla costal para que tu cuerpo recuerde cómo respirar.

Por último, me gustaría aclarar que no se "aprende" a respirar, sino que el objetivo de cualquier terapia o ejercicios respiratorios debe ser liberar las tensiones corporales y/o las actitudes que están bloqueando la respiración, para recuperar la respiración fisiológica de cada uno. No puedes forzarte a respirar de una manera. Simplemente hay que darle a tu cuerpo las herramientas necesarias para que "recuerde" cómo respirar de forma natural y espontánea. Es uno de los objetivos principales del Método Mézières.

De todas formas, algo muy simple que puedes hacer para "soltar" tu respiración es suspirar
Coge aire profundamente, llena tus pulmones hasta que no puedas más, y después suelta el aire con la boca abierta para no ofrecer resistencia, dejando que tus costillas se "aplasten" hacia abajo.
No te importe si al hacerlo sueltas un "aaay" típico de los suspiros. Más tensión habrás liberado entonces.

Y recuerda, la respiración es la base de la vida y es importantísima para mantener una buena postura.

Continuará, pero mientras tanto... ¡Que no se te olvide! ¡Respira!







¡De vuelta!


¡Hola de nuevo!

Lo primero pediros disculpas por la pequeña ausencia de estos meses. Se que algunos habéis pasado por aquí en este tiempo y os agradezco muchísimo (y no sabéis la ilusión que me hace) que me comentéis por escrito o de viva voz que tenéis ganas de más palabrasdetucuerpo.

Bueno pues ya estoy de nuevo aquí y para hoy ya tengo preparada una nueva entrada sobre la importancia de la respiración. ¡Espero que os guste!

Tengo una libreta con muchíiisimas notas sobre ideas para los próximos post, que he ido apuntando estos meses que no he podido escribir. Aún así, si queréis que hablemos sobre un tema en concreto soy toda oídos :-)

Un fuerte abrazo y ¡felíz semana!


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